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Usualmente cuando nos asesinan hay dos muertes, la segunda es la comunicacional, nos reducen a una cifra, a un dato, siempre quisieron eso, solo tenemos derecho a integrarnos en listas que nos quitan la identidad aún vivos, inventarios de humillaciones.
Por eso levantamos la voz, para ser mucho más que cifras, que listados. Muertos aún en la palabra levantada de reestablece nuestra vida entera y aún más, la memoria de lo que somos, fuimos, de nuestros ascendientes y de lo que a pesar de la muerte seremos en la carne hermosa de los hijxs de cualquiera.
Pero, cuando las madres nos recuerdan, nos nombran, se duelen como nadie puede, con ese dolor se restablece la vida entera, es domingo y nos levantamos con las heridas como bandera. Las madres de cada una, uno restablecen la humanidad entera y hacen crecer el huerto de la justicia aún en su silencio.
No somos víctimas, somos hijos e hijas de ellas y por eso somos memoria y canción, una canción que rompe el aislamiento que pretende el orden del miedo, que camina en un cuerpo renovado, la muerte no existe porque ellas nos enseñaron a seguir cantando más allá de la pobre carne de nuestros martirios.
Solo desde la fundación del FAES, el más agresivo cuerpo represivo venezolano, la ejecuciones extrajudiciales verificadas solo de ese grupo se acercan a 3000. Son muchos más.
#9MayoLasMadresDenunciamos
#RompamosElSilencio #EmergenciaDelNosotrxs
#DDHHCoño