Desde el conuco / La Revolución del trabajo

Mientras más leyes tiene una república, mas lejos camina la justicia. Los abogados y los historiadores son dados a enredar los relatos y escribir para que nadie los entienda, al igual que los filósofos. Asi son los estados y los gobiernos, no cesan en publicar leyes y decretos para que todos tengan una opcion para violarla o al menos ignorarla.

Ayer en una conversa virtual con un compañero de la historica población de Ospino, me decía algo que muchos pasan desapercibido, "Tenemos mas de treinta Ministerios, tantos como para repartir entre varios paises. A esto se le agregan 104 viceministerios uno para cada tema que se ocurra"

Si en algo hemos crecido es en la burocracia estatal, recibimos el estado con 9 ministerios y en esta materia ya hemos llegado a completar la edad de Cristo. Toda esta dinámica hacen más enredado el panorama para un pais que luce engatillado a la hora de acertar en la busqueda de salidas, sobretodo en el área económica.

Con la flamante asesoria del "Lider de la revolución" Ricardo Ignacio Sanchez Mujica, ayer diputado suplente de Maria Corina Machado, hoy dipudado electo en representación del partido de la revolución, Nico, anunció la aprobación de la ley para la cria de chivos y corderos, con tan elegante sesoría no tardaran a aprobar la ley para la cría de pavas machas y morrocoyes azules.

Al ministro Castro Soteldo aún enredado entre tanto bejuco que hay en el pajonal agricola del país, no ha podido dar muestras de avances sustanciosos mas allá de su bonito programa que semana a semana nos difunden por la televisión. Para ayudarle en la tarea, le arriman ahora otra ley que se une al bejucal de leyes aún sin destapar. Deberian pensar seriamente en crear la ley para la impulsar la voluntad, es lo que nos hace falta para avanzar en positivo.

En un pais con apenas 40 millones de habitantes, nos atrevemos a lucir nueve millones y medio de almas en la abultada nomina del aparato burocratico del estado, de los cuales, apenas estan laborando un millón ochocintos mil.

Promover el trabajo creador, el trabajo liberador, de eso debemos encargarnos, hacia allá deben estar direccionadas las comunas y Concejos comunales. Si fuera así, ya alguna respuesta certera estubieramos dando al tema de la producción y el desmadre economico en que estamos metidos. Pero nos encontramos demasiado ocupados tratando de ganar las proximas eleciones como para distraernos en estas nimiedades. Es este el único país que plena crísis se atreve a duplicar el número de diputados en AN.

Cuantos artesanos tenemos en la cuadra, cuantos albañiles, herreros, cocineras, costureras, cuantos mecanicos, cuantas manos laboriosas de artistas, campesinos, conuqueros y agricultores. Miles de jovenes que pueden desencadenar una acción productiva como para dinamizar la economia y garantiza al menos el pan de cada día. La revolución del trabajo, es la que devemos construir.

Los paises lo construye la gente y esa gente que hace falta, esta allí. Muchos se han ido, es cierto, pero son mas las manos que existen como para desencadenar una gran revolución del trabajo. Si algo nos ha demostrado ésta abundancia de escases, es que la gente puede dedicarse a mil labores y que pueden ser eficientes, sin que sea el aparato del estado el único nicho para albergar las manos de mujeres y hombres sedientos de ver resuelta esta tormentosa situación.

La respuesta está en producir, pero no es solo eso. Si producimos, quien compra con estos salario invisibles con que contamos hoy. De modo que sin duda se impone una politica económica que recupere el poder adquisitivo de la población y esto si es verdad que es el estado quien debe resolverlo.