... Y llegaron, de todos los rincones de la patria, al encuentro en Biscucuy

Sin un centavo en los bolsillos como frecuentamos andar, decidimos lanzar una propuesta al aire, que lucía parecer una perfecta locura, reunir un importante número de campesinos y conuqueros del país, para discutir los temas que preocupan y ocupan a quienes a diario tenemos que echarle mano al machete, el garabato y la escardilla, para poder arrimar alguna arepa a la mesa de la familia que espera en casa el fruto del trabajo. Decidimos un día convocar a todos los campesinos, incluyendo los yerbateros de la patria y la propuesta cogió candela en una pradera seca y maltratada de tanto fuete patronal y de mentira gubernamental.
Fue así como decidimos autoconvocarnos al 1er. Encuentro Nacional de Campesinos, Conuqueros y yerbateros. No encontramos en Biscucuy el 12 y 13 de febrero, pautado en una convocatoria que comenzó por ser una pequeña cita de miembros de Fundaconuco de Portuguesa, Trujillo y Bachaquero del estado Zulia, y que se convirtió en un sentir campesino de la nación entera
Las redes sociales comenzaron a llenarse de voces que multiplican el llamado en medio de pandemia, escases de combustible y de dinero. El único teléfono con que contábamos como herramienta tecnológica, no descansaba de recibir llamadas y mensajes que venían apuraítos de todos los rincones de la patria, de quienes hicieron suyo el llamado a la conversa solidaria, todos comenzaron a sentirse convocados para debatir una realidad, que nadie más que nosotros los campesinos conocemos. Fue así como de norte a sur, de este a oeste, fueron conjugando voluntades que a la distancia atizaban la candela para que la fogata calentara la ganas de lucha, del grito rebelde y solidario, que comenzaba a asomarse desde estas serranías portugueseñas.
María Alejandra en el Zulia, Yharol en San Cristóbal, y Neida en Guárico, anunciaban su entusiasmo por la convocatoria, Trujillo asomaba las narices en la quebrada, la zona baja y Boconó. se sumaban otras voces desde Bolívar, Mérida, Lara, Caracas, Valencia, Maracay, y las nutridas delegaciones del Zulia, Guárico. En fin, en todos los rincones de la patria se escuchaban las voces alentando la idea. El Rocío caraqueño se hizo presente, después de regatear el pasaje en el nuevo circo, al haber sido frustrado un transporte hasta hace horas prometido.
Algunos no lo lograron, por distintas razones no pudieron asistir al encuentro, la difícil situación económica, aderezada con aristas de boicot, promovidas por perezosas burocracias, temerosas de despertares de conciencias, dejaron con las maletas hechas a muchos de nuestros compañeros y compañeras que se disponían a encontrarse con sus iguales en tierras de Argimiro Gabaldón.
Las solidaridades de los amigos, dan fé que se pueden hacer cosas mayores, y así, comenzaron a llegar con sus morrales repletos de ideas y propuestas como insumos para el debate.
Los que no pudieron acercarse, se mantenían atentos y activos desde sus conucos, entusiasmando y soplando la candelita desde lejos. El debate apenas está comenzando y se inicia una nueva fase de la organización definitiva del movimiento campesino.