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La aprobación por decreto del primer ministro Macron de la reforma de pensiones, aumentando la edad, años y aportes para jubilarse, por no ser aprobada en diputados de la Asamblea Nacional, provocó una rebelión obrera y popular en toda Francia. Como dijo un manifestante: “¡Ya no es sólo por las pensiones, es por todo! El grito de ¡Fuera Macron! y las estrofas del himno La Marsellesa, que llaman a la rebelión, inundaron las calles.
“Marchemos, hijos de la Patria,/¡ha llegado el día de gloria!/Contra nosotros, de la tiranía,/El sangriento estandarte se alza […] “¡A las armas, ciudadanos!/¡Formad vuestros batallones!/¡Marchemos, marchemos!/¡Que la sangre de los impuros riegue nuestros campos!”
Estas estrofas de La Marsellesa, cantadas en las calles de toda Francia, cobran de pronto un sentido muy actual en medio de la rebelión popular.
El decreto de Macron, más allá de que se apoye en una cláusula constitucional, es evidentemente antidemocrático. Además de la Asamblea Nacional, todas las encuestas han mostrado que más de dos terceras partes de los ciudadanos se oponen a la reforma de pensiones. Y, según la agencia France 24, “una amplia mayoría de los franceses también ha expresado su apoyo a las huelgas que han interrumpido las clases, el transporte público y la recolección de basura”. La derrota de Macron en la Asamblea Nacional se explica también por la gran presión popular, que hizo que hasta los diputados de la derecha tengan que oponerse a la reforma.
La rebelión obrera y popular ya va por la décima marcha masiva, con millones de personas en decenas de ciudades y numerosas huelgas en diferentes sectores como transporte, recolectores de basura, educación y electricidad. Y después de la aprobación por decreto de Macron las movilizaciones dieron un salto, y comenzaron también enfrentamientos contra la represión policial.
Según informaciones policiales, sólo el pasado jueves 23 de marzo las protestas masivas dejaron un total de 457 detenidos y 441 policías y gendarmes heridos. ¡La policía no informa de los manifestantes heridos! También se denuncian centenares de incendios. Y bloqueos cada vez más generalizados, incluso nocturnos, de avenidas y rutas.
Muchos medios ya comparan lo que sucede con mayo del ´68, la gran rebelión popular francesa posterior a la Segunda Guerra Mundial.
“Es por todo”
Es desde hace muchos años que los gobiernos capitalistas franceses intentan liquidar la importantísima conquista de las jubilaciones en Francia, basadas en el sistema de reparto, que se pagan con aportes de los que trabajan y también de los patrones. En 1995 hubo un intento, antes de Macron, y fue derrotado por otra gigantesca movilización.
En 2019, durante su primer mandato, también fue derrotado por masivas protestas el primer intento de Macron por cambiar el sistema de pensiones. Entre ellas un gran paro ferroviario, el más extenso en la historia de Francia.
La reforma actual que intentan, no es sólo aumentar la edad jubilatoria de 62 a 64 años, sino también aumentar los años de aportes que llegan a 43 años. Y también terminar con las jubilaciones a los 60 años que favorecían a trabajadores de salud.
Pero además, el año pasado hubo grandes huelgas por salarios y por los enormes aumentos en los precios de la electricidad, el gas y la nafta, que no fueron compensados por aumentos salariales.
La “injusticia social”, “el deterioro de los hospitales públicos”, “los recortes en las ayudas a los desempleados” o “el encarecimiento de la vida y las escasas subidas salariales” son algunos de los motivos, según los manifestantes, que alimentan las movilizaciones.
La otra cara de esto es que, tras la pandemia, con la excusa de la “recuperación económica”, se destinan grandes recursos públicos a ayudar a las empresas supuestamente para mejorar su “competitividad” (hasta 157.000 millones de euros en 2019, según un estudio del Clersé, un grupo de investigación de la Universidad de Lille). Para eso, Macron impulsó también una política fiscal de disminuir impuestos y reducir al 3% el déficit público antes de 2027.
¡Esto es lo que pretende Macron, que pague el pueblo trabajador y sectores populares para que los empresarios aumenten sus ganancias!
Por un plan de lucha y un programa económico obrero y popular
Las nueve centrales sindicales francesas ya han convocado unidas a diez gigantescas marchas nacionales. Y hay huelgas en diferentes sectores. Sin embargo, siguen sin hacer un plan de lucha conjunto discutido con las bases. Sólo convocan a marchas cada semana.
Varios de los dirigentes siguen insistiendo en pedir negociaciones con Macron para que “postergue la reforma jubilatoria por seis meses”, cuando el gobierno ya afirmó públicamente que “la discusión terminó, la reforma se aprobó”. Por eso, en las calles la demanda ahora es ¡fuera Macron! Y las bases están desbordando a los dirigentes con bloqueos, huelgas y enfrentando a la policía. La profundización de la lucha plantea la necesidad de discutir la perspectiva de un gobierno del pueblo trabajador desde sus organizaciones de base.
Es cada vez más necesario un plan nacional de lucha para derrotar al gobierno e imponer un programa económico del pueblo trabajador. No sólo exigir que se anule la reforma de pensiones, sino ir por reclamos de fondo, como lo están planteando algunos sectores de izquierda y de base, como la nacionalización con control de los trabajadores de todo el sistema energético y los bancos, los dos grandes sectores capitalistas que se están beneficiando o especulando con la crisis.
¡Viva la lucha de trabajadoras, trabajadores y juventud de Francia! Desde la UIT-CI damos todo nuestro apoyo y llamamos al apoyo internacional.