El pasado lunes 12, el Departamento del Tesoro del gobierno de los EEUU, emitió una licencia que flexibilizó las repudiables sanciones económicas a Pdvsa, que padece el conjunto del pueblo venezolano.

La referida licencia, permite que Pdvsa ahora pueda realizar operaciones de exportación e importación de gas, sin las trabas producto de la injerencia imperialista del gobierno de EEUU.

La flexibilización de las repudiables sanciones económicas a Pdvsa, podrían estar enmarcadas en el posible inicio de un proceso de negociación pública entre el gobierno y sectores de la oposición de derecha en México, que tiene entre sus causas la derrota de la estrategia golpista e injerencista de esos partidos patronales opositores y la entrega de Maduro de oportunidades de acumulación para el capital transnacional y local.

No obstante, más allá de la flexibilización de las repudiables sanciones económicas a Pdvsa, el gobierno de Maduro, sigue sus ataques represivos en contra de defensores de derechos humanos y dirigentes de la oposición patronal, y a partir de esto dificulta una negociación con el conjunto de la oposición de derecha.

En ese sentido, el gobierno de Maduro cree factible convencer a la administración estadounidense de Biden, que es la mejor opción gubernamental para el capital transnacional y local ; con las privatizaciones de la llamada ley antibloqueo, la proliferación de áreas geográficas donde las empresas tengan beneficios tributarios y arancelarios a partir de la ley de zonas económicas especiales, y el control del paquete accionario de las empresas mixtas de la industria petrolera por el capital privado.

Ante esta medida del gobierno estadounidense, la respuesta debe ser exigir la revocación de la totalidad de las sanciones económicas imperialistas, que afectan al pueblo venezolano, y la denuncia de cualquier injerencia extranjera en nuestro país, como la ejercida por EEUU y la Unión Europea o Rusia y China.