El Estado venezolano atraviesa una experiencia sui géneris porque está envuelto en una alianza heterodoxa que lo signa como dura de erosionar.Fue un proceso iniciado con el fracaso de dos asonadas en el año 1992 desembocado en una salida electoral donde un liderazgo castrense materializó la esperanza mesiánica de la gente hastiada de un esquema populista desgastado.

Sin embargo, luego del acceso al gobierno el militarismo dio rienda suelta a su dinámica muy propia del devenir venezolano, emergido desde la guerra de independencia y organizado luego por la dictadura gomecista, creando las fuerzas armadas contemporáneas. La llamada unión cívico-militar se tradujo en una combinación donde los uniformados tenían la supremacía e invadió todas las esferas de la vida nacional, desde la educación, las armas, la energía en todas sus expresiones, el manejo de los alimentos hasta cualquier asunto público.

La victoria de Chávez inició el gomecismo del siglo veintiuno
Un militar al frente del Estado coloreó el perfil de la nueva forma de dominación. Los administradores de la violencia oficial coparon al aparato de coercibilidad y lo pusieron a su disposición como en los buenos tiempos de las anteriores dictaduras. Una organización electoral, el Movimiento Quinta República, emulando los pasos de la tiranía cubana en sus inicios, se fusionó con varias organizaciones de izquierda para fundar el PSUV. Era el aspecto electoral funcionando con los grandes ingresos petroleros a la perfección ejerciendo el más pedestre clientelismo.

En paralelo se organizaron bandas armadas en las zonas populares con fines de disciplinar a la población como en Cuba cuyas labores la cumplen los Comités de Defensa de la Revolución, los CDR. El Estado se despojó de la precaria institucionalidad preexistente para convertirse en un instrumento del militarismo. Todos los poderes se sometieron al ejecutivo como lo pregonaban los chavistas cuando manifestaron con “Chávez un solo gobierno”. Era una consigna delatadora de los planes totalitarios. Se promulgó mediante una asamblea constituyente la nueva Carta Magna con una marcada orientación centralizadora y reforzada las competencias del presidente.

Inmediato a la experiencia del 11 de abril de 2002, cuando Chávez fue derrocado sin ofrecer resistencia, las exacerbadas ambiciones del generalato ejecutor desmoronó cualquier iniciativa distinta y regresó al gobierno el caudillo barinés. Después, con esa experiencia a cuesta y una subida inusitada del precio del crudo, se originó una nueva dimensión de la experiencia autoritaria con el desarrollo de una política populista soportada en la bonanza financiera y el carisma del presidente.

La política exterior como punta de lanza

Al igual que la dictadura antillana, Venezuela apareció con figura estelar en el concierto internacional de naciones, en especial de América Latina y el Tercer Mundo. Se empleó el excedente petrolero para profundizar lo iniciado años antes por Carlos Andrés Pérez como era obtener apoyo hacia el liderazgo venezolano mediante las ayudas petroleras. Los acuerdos de Petrocaribe, Petrosur y Petroandina, fueron las herramientas para hacer tangible esa dirección.

Igualmente se diversificaron las relaciones diplomáticas hacia Irán, Libia, Siria, Irak, Turquía, Bielorrusia, China y la Federación Rusa aparte de los aliados de la región por los triunfos electorales organizados desde el Foro de Sao Paulo. También se privilegiaron a los movimientos guerrilleros colombianos como entes beligerantes. Había un denominador común en esas alianzas: la mayoría eran efluvios de alto contenido despótico.

La intervención cubana

La presencia de los castristas fue in crescendo porque era la garantía de la calidad de la disciplina sobre la sociedad. A cambio del suministro petrolero y un flujo financiero inauditable, los cubanos penetraron al país. Accedieron a las aduanas, los puertos, los aeropuertos, los registros, las notarías, la identificación y otros aspectos en los cuales se aplica el control de la gente. Cancelaban lo recibido a través de sus asesorías de seguridad, salud y deportiva.
El problema de los politicastros es su estabilidad. Venezuela se convirtió en la piedra de salvación ante la precariedad de la economía del caimán del Caribe. Desde la llegada al poder de los “barbudos”, Cuba era un país primario dependiente de la caña de azúcar, del níquel y el tabaco. Los intentos de abrirse a otras áreas fracasaron como lo demuestra el cierre de la planta nuclear de Juraguá a cargo del físico Fidel Castro Díaz Balart quien se “suicidó” el pasado año.

Si pierden a nuestro país recibirían un golpe contundente y sería un nuevo período especial. El anterior, derivado de la perestroika con el abandono del subsidio soviético, lo pudieron superar porque los Castros se encontraban con vigencia en su liderato pero ahora no porque Fidel está muerto y las dificultades serán difíciles de justificar. Allí radica la reluctancia cubana a perder al petróleo porque están conscientes de su futuro incierto.
Las guerrillas neogranadinas

Es asaz conocido que los irregulares colombianos están residenciados con facilidad en el país. Grupos disidentes de las FARC, fuera de los acuerdos de paz del vecino país, están operando en varios lugares del interior del país. El ELN tiene presencia en las zonas fronterizas y hasta en las minas del Arco Minero donde operan perfectamente.

Para ambas formaciones Venezuela es su respiradero porque existen con normalidad acá y en Colombia serían atacados por el ejército de ese país. Es difícil imaginarse a estos grupos fuera de nuestra nación, motivo por el cual son resistentes a cualquier cambio y constituyen una fuerza favorable a esta dictadura.

Hezbollah

El ejército paralelo en el Líbano, los chitas de Hezbollah, tienen una avanzada en nuestro país en su operatividad sobre América Latina e indubitablemente forman parte de la ayuda exterior hacia el gobierno venezolano. Tienen una amplia experiencia de combate, tanto internamente en el país de los cedros como con el enfrentamiento al Estado sionista y en Siria formando parte de la solidaridad con el régimen de Bashar Al Asad. Además, poseen buen financiamiento y están excelentemente armados con las herramientas rusas.

Tampoco pude subestimarse su presencia por su trayectoria como organización y su despliegue en combate en el Oriente Próximo. Además, es un punto geográfico y geopolítico en la región del caribe y hacia el resto del subcontinente. De allí su importancia, razón por la cual formarían parte de una defensa a ultranza del chavomadurismo.

La Federación Rusa

Rusia tiene intereses en el país. La venta de armas y otras materias han sido ejes de una relación comercial incumplida por el Estado venezolano porque no está produciendo petróleo y solo el remate del Arco Minero les da algo de oxígeno. Empero, los moscovitas han hecho alarde de una solidaridad en dos ocasiones: primero, cuando enviaron a Maiquetía un bombardero con capacidad nuclear y después con la venida del ministro de la defensa y un avión cargado de armamento. Todo en el marco de la disuasión y pretender algo imposible como es revivir la guerra fría.

Putin no ha alcanzado la posibilidad de avanzar en la reproducción de las glorias soviéticas porque incurre en el mismo error de sus camaradas anteriores, vale decir, Rusia no deja de ser una nación productora de petróleo y gas, conmodities incapaces de proporcionar un soporte económico y financiero para competir con los Estados Unidos. Son juegos de diplomacia sus acciones porque su ubicación real la radica en una economía del tamaño de España (cuya población es menor) pero aparentando materializar el rol de superpotencia gracias a los ingentes gastos militares a costa de la disminución del nivel de vida de sus nacionales.

China

La República Popular China, en su intento de colocar el excedente financiero generado por su expansión económica, escogió a Venezuela para otorgarle préstamos mediante dinero y línea blanca de electrodomésticos para recibir como pago una cuota petrolera. Sin embargo, los asiáticos disminuyeron su necesidad del oro negro y procedían a venderlo en Singapur, lugar donde llegaba el crudo. Ulteriormente Maduro ha entrado en problemas porque ha disminuido ostensiblemente la dación en pago por la limitada producción venezolana.

Podría presentarse problemas hacia el futuro porque muchos de esos créditos no fueron aprobados por la Asamblea Nacional, circunstancia a tomar en cuenta porque a la hora de una acción judicial o un arbitraje sería un factor a considerar para no hacer exigible la obligación. Ya Beijing, en un acto de solidaridad, ejerció el derecho al veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas junto a Rusia para evitar aprobar una resolución, la cual contó con 9 de 15 votos, donde se condenaba a Venezuela.

La antigua Cathay no se orienta ideológicamente con el chavomadurismo sino su materia no es otra que la comercial y en ese sentido apunta su vinculación con el gobierno nacional. Podría ser negociable el pago de sus acreencias en la hipótesis de la caída de la actual gestión. En todo caso, es un elemento relevante a considerar para cualquier transacción.

Irán y Turquía

Estos dos países islámicos no árabes tienen nexos estrechos con Caracas. Irán siempre estuvo en negociaciones con Chávez y elevó su relación comercial. Hezbollah está patrocinado por Teherán y no es accidental su presencia aquí. Muchas de las materias primas venezolanas les sirven al régimen persa y de allí la enorme vinculación entre las dos naciones.

El gobierno deErdogan ha establecido excelentes relaciones comerciales con Maduro, también basadas en los conmodities bastante apetecibles para los otomanos. Petróleo, coltán, oro y diamantes, están a la orden del día para exportar desde acá a cambio de alimentos, productos químicos y algo de manufactura.
América Latina

La influencia del chavismo declinó palmariamente con el resto de la región por la recesión económica y la indisponibilidad financiera venezolana, razones por las cuales había una atracción. Pero aún conservan a Nicaragua, Bolivia y por supuesto, a Cuba, México, Surinam y algunas naciones insulares en el Caribe. Perdieron a Chile, Brasil, El Salvador y Ecuador, con cierta neutralidad de Uruguay.

Estados Unidos y la Unión Europea

La presidencia de Trump se ha enfrentado abiertamente a Maduro hasta el punto de implementar sanciones muy severas con secuelas económicas y financieras, sobre todo a personeros de la dictadura. Sin embargo, su actuación ha sido cautelosa por no contar con el visto bueno de América Latina, opuesta en su mayoría a una intervención militar así como una iniciativa aislacionista de la Casa Blanca demostrada con la retirada de Siria.

La Unión Europea se ha orientado de menos a más. Al inicio su postura era de equidistancia pero en la medida de la violación flagrante de los derechos humanos, la conducta del viejo continente ha sido de presión hacia Caracas. Solo Italia mantiene una actitud de lenidad por intereses económicos.

Perspectivas

Frente a las condiciones punitivas desde el ángulo económico, político y financiero, el régimen madurista ha asumido una respuesta de resistencia férrea sin dar su brazo a torcer. Esa alianza tan amplia con Cuba, el narcotráfico, las guerrillas colombianas, Hezbollah, Rusia, China e Irán con la experiencia venezolana, han configurado una entente única con la finalidad de ejercer la mayor resistencia y soportar para ser una nueva Myanmar, probabilidad bastante real.

En la otra vertiente, dada la poca tangibilidad de una invasión americana en combinación con otras naciones y militares venezolanos en el exterior, se cree en la asfixia capaz de estrangular a la dictadura chavomadurista pero con el aditamento que será al menos a mediano plazo en caso de ocurrir. Pero lo cierto es que pocas veces se ha visto una coalición tan abigarrada para buscar el mantenimiento del poder y la de un país extraño, Cuba, con tan lesivas consecuencias por el hambre, el éxodo masivo, la recesión, la hiperinflación, devaluación monetaria y la violación de los más elementales derechos de los seres humanos.