Desde el 23 de enero, la situación política de Venezuela se empeoró de manera considerable, intensificando así una crisis de una amplitud social, económica y política sin precedentes. Desde luego, los que sufren las consecuencias más importantes son los trabajadores y trabajadoras del país, ya forzados a una emigración en masa. Al acceso muy difícil a los bienes de primera necesidad, a la inflación récord, a la violencia social, política y militar sistemática, se añade hoy la intensificación de una represión liderada por un gobierno autoritario que solo tiene de socialista su nombre, atacando en primer lugar a los oponentes que sean anarquistas, sindicalistas, estudiantes o indígenas.

Nacido del Caracazo, el chavismo – cuyo 30imo cumpleaños fue celebrado el 27 de febrero y cuya memoria fue muy bien aprovechada – es más y más el blanco de las provocaciones y contestaciones neoliberales conducidas por el imperialismo norteamericano que el pueblo venezolano había rechazado con fuerza en el 1989.

En el momento en que una oposición muy parecida a la que luchó entonces vuelve a nacer, declaramos nuestra solidaridad para con los trabajadores y trabajadoras venezolanas y afirmamos con nuestr@s camaradas libertari@s "¡que se vayan todos !". Ni Maduro – al frente de un régimen que reprime y mata a los oponentes, que niega las libertades más fundamentales –, ni Guaidó – instrumento del imperialismo norteamericano y las políticas neoliberales que combatimos – son los defensores de la verdadera democracia que pretenden.

Dirigimos nuestro mensaje de solidaridad a tod@s aquell@s que, siendo las víctimas de la violencia estatal y capitalista, anhelan una vida digna, y trabajan a la construcción de la autogestión.