Texto introductorio para el debate sobre economía anarquista abierto por el Grupo A34 de la Fédération Anarchiste en Montpellier y que se desarrolló en varias ciudades durante el año 2013. Traducción del original en QUELLE ECONOMIE ANARCHISTE? Annonce d’une série de débats.

Tenemos derecho a cuestionar la actitud de los anarquistas sobre lo que hoy en día ha adquirido una importancia excesiva, el inquietante problema de la economía.

Si en la cultura dominante la economía ha tomado tal preponderancia, desgraciadamente sigue siendo así, descontextualizada de cualquier objetivo de gestión concreto que pueda satisfacer las justas necesidades de la diversidad humana en función de sus recursos naturales, es apropiado que la humanidad reconsidere su economía de una manera local y federalista. En esta perspectiva, es estratégico proponer otros tipos de enfoques económicos que las llamadas "soluciones" autoritarias propuestas por el ultraliberalismo y su actual Economía de Mercado Internacionalizada o por un improbable retorno al estado de bienestar tanto en su vertiente socialdemócrata como en la neokeynesiana.

Hay que decir que en su historia y, desde el siglo XIX, el anarquismo, en un intento de resolver las disputas entre comunistas libertarios y colectivistas (teoría de Bakunin) en España, por un lado, y entre anarquistas individualistas y comunistas en los Estados Unidos, por otro, logrará aceptar el concepto de "anarquismo sin adjetivos". Esta posición, cuya expresión fue creada por Fernando Tarrida del Marmol, fue un intento de mostrar una mayor tolerancia entre las tendencias libertarias y de dejar claro que los anarquistas no deben imponer un plan económico preconcebido a nada, ni siquiera en teoría. La adopción de este concepto por propagadores como Voltarine de Cleyre, Ericco Malatesta, Max Nettlau y Élisée Reclus ha llevado a la mayoría del movimiento anarquista a rechazar todos los modelos económicos por falsos. Sin embargo, para preservar la diversidad ideal buscando su corrección y equilibrio, a veces adoptará una posición pluralista, sacando elementos de cada uno de los modelos propuestos por las diferentes teorías, el colectivismo, el comunismo, el individualismo (mutualismo o asociacionismo), a partir de las sustancias de sus propios fundamentos.

A pesar de los años y sus cuestionamientos por parte de los anarco-comunistas y luego de los anarco-sindicalistas, esta posición se ha convertido en una "tradición" para muchos anarco-libertarios para quienes ha evolucionado como algo natural. Para sus compañeros, las tendencias económicas son consideradas como un "interés secundario" en relación con la abolición de la autoridad en las formas de estatismo y/o capitalismo(1) -aunque con conceptos eminentemente económicos-.

Son pragmáticos para la libertad de experimentación como primera regla de la sociedad libre. Esto es lo que Bakunin describió en estos últimos escritos como "propaganda por el hecho". Esto no tiene nada que ver con la triste interpretación hecha más tarde por algunas personas exaltadas y su mística de la bomba. Sin embargo, a partir de estos experimentos, las propuestas para el "aquí y ahora" -necesarias incluso dentro de un "ideofort(2)" -necesariamente pluralista- y en movimiento perpetuo se explican sólo en raras ocasiones.

Muchas veces, cuando algunos de nosotros queremos hacer propuestas actualizadas o proyecciones económicas, nos paran unos compañeros que nos dicen: "no nos corresponde a nosotros decidir las formas que adoptará la gestión económica, sino a las personas o a la sociedad".

Entre los promotores anarquistas, casi no hay ninguno más que Proudhon, Kropotkin, Cornelissen, Besnard por haber tomado un interés cercano en la economía en su contexto general. Pierre-Joseph Proudhon intentará un análisis crítico de los factores de la economía, con el fin de constituir una ciencia social juzgada por él inexistente. De hecho, vio venir una sociedad -que él reclamó- en la que la política se integraba en la economía. Pierre Kropotkin, aunque era un auténtico hombre de ciencia (matemático, geógrafo, cartógrafo), se limitó, como moralista más que como científico, a esbozar las líneas principales de una economía ideal en una sociedad anarquista. Christian Cornelissen, como sindicalista revolucionario y anarco-comunista, pragmático y realista, insiste en "el comunismo libertario y el régimen de transición" sobre "el período de transición" entre la economía capitalista y la economía anarco-comunista. En su libro "Théorie de la valeur", publicado en 1903, refuta "la teoría del valor-trabajo", que tanto los economistas clásicos (capitalistas) como Karl Marx han defendido. Esta investigación continuó en su "Tratado General de Economía", publicado hasta 1944. En ella, propone una"teoría inductiva(3) del salario" que le valió el reconocimiento internacional. En 1934, Pierre Besnard, en su libro "Le Monde Nouveau, son plan, son constitution et son fonctionnement" (El mundo nuevo, su plan, su constitución y su funcionamiento), aborda la organización económica y política a nivel de la producción industrial, agrícola, sindical, política o administrativa y social y concluye con una organización general del nuevo mundo. Su enfoque se basa en conceptos basados en la organización sindical.

Por supuesto, muchos activistas se ocuparon más tarde de la Economía, pero en contextos particulares, como el de un país y especialmente el de España y su revolución; este es el caso, en particular, de Isaac Puente, Digo Abad de Santillán, Joan Pau Llauro Fàbregas, Pierre Pillier (Gaston Leval), Augustin Souchy, etc..... Desafortunadamente, debemos señalar que el desarrollo de las organizaciones anarquistas de la posguerra ha sufrido a menudo de su dependencia, a veces excesiva, del modelo teórico de la Revolución Española de 1936-1939.

Nuestra reflexión también atraerá, pero con cautela y sin omitir ciertas críticas a propuestas contemporáneas emblemáticas de las llamadas economías "libertarias", como por ejemplo:

La economía autogestionaria de Abraham Guillén Sanz ("Las bases del desarrollo económico de la sociedad libertaria", Abraham Guillén, Ediciones Madre Tierra, Madrid 1990), actualmente asumida por la CNT/E & & El Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA) y, presentado por Daniel del Grupo Gard-Vaucluse de la FA en el Mundo Liberario n°1447 de septiembre de 2006

L’Économie participaliste ou participative (Economía participativa, en breve ParEcon o Ecopart) de Michael Albert y Robin Hahnel, ("Looking Forward: Participatory Economics for the Twenty First Century", Albert and Hahnel, South End Press, 1991 y "The Political Economy of Participatory Economics", Albert and Hahnel, Princeton University Press, 1991). Esta propuesta "libertaria" se conoce mejor en francés, entre otras cosas, por la presentación y el resumen de Normand Baillargeon ("Une proposition libertaire : l’économie participative" par Normand Baillargeon, 1999)

Takis Fotopoulos’ Inclusive Democracy ("Democracia inclusiva", ed. Kastaniotis, Atenas, 1999, Takis Fotopoulos (2003), "Inclusive Democracy and Participatory Economics", Democracy & Nature, Volume 9, 2003, páginas 401 - 425 - & "Towards a general democracy, a direct democracy, economic, ecological and social", eds. Seuil, 2002), presentado por Jean-Claude Richard del grupo Henry-Poulaille en Saint-Denis, Le monde Libertaire, 13 de marzo de 2003
L’Économie Politique Mutualiste, de Kevin Amos Carson, ("Studies in Mutualist Political Economy", Kevin A. Carson, ed. BookSurge Publishing, 2007). BookSurge Publishing, 2008), incluido nuestro compañero Gaël del grupo La Rue Râle, FA, propuso el enfoque particular adoptado por la Federación Anarquista (UK), gracias a su traducción en "Le Lien" BI FA n° 498 de julio de 2012

Estas formas de ver reflejan la oposición que existe dentro del movimiento anarco-libertario entre quienes creen en la necesidad de un método científico para llevar a cabo una Revolución evolutiva, gradualista y racional de la sociedad, y el romanticismo de aquellos incondicionales de la Revolución Insurreccional que están decididos a lograr un modelo social ideal a toda costa. Frente a esta observación, nuestros opositores plantean un problema importante: en general, las teorías anarquistas siguen siendo vagas y dicen poco sobre la transición del estado actual y la sociedad capitalista a la sociedad propuesta por el anarco-libertarianismo. En este sentido, consideran que nuestras ideas son utópicas e inviables.

Entonces tenemos derecho a cuestionar la actitud de los anarquistas que, en general, niegan que el tema de la economía tenga un interés y un alcance tan esenciales que debería volver a ser una de las bases principales de su fundación. Por esta razón, la cuestión de principio que debemos plantearnos en primer lugar sigue siendo la necesidad de reflexionar y proponer, de manera pragmática y, por tanto, práctica, la organización económico-política-social de las futuras formas de sociedad.

Tomando necesariamente en cuenta la diversidad de culturas y espiritualidades, los anarquistas deben integrar la complejidad del mundo en su pensamiento a riesgo de construir sobre arena.

Debemos encontrar un puente entre la acción/teoría(4) y la teoría en acción(5).

Nuestras propuestas son sólo ejemplos prácticos o teóricos examinados en un período histórico determinado (espacio-tiempo). Por lo tanto, seguirán evolucionando y probablemente incluso se pondrán en tela de juicio en el futuro, porque no existe un modelo económico, político y social irremplazable.

Esta preocupación sigue siendo el tema principal de los anarco-libertarios para proponer otro futuro creíble.

En realidad, no hay mejor realismo que el de los "revolucionarios" que, al criticar a la sociedad actual, plantean una idea precisa de qué debe sustituirla.

Primera cuestión: ¿Qué es la "ECONOMÍA"?

ECONOMÍA viene del griego oikos, familia/hogar en un sentido hogareño y nomos, ley. Para entender la economía, cuya visión ha sido falsificada por las "ciencias" económicas occidentales, debemos volver a su definición aristotélica.

Aristóteles muestra, en "Ética Nicomaquéa", "Política" y "Economía", la diferencia fundamental entre economía y crematística.

La crematística (de khrema, riqueza, posesión) es el arte de enriquecerse, adquirir riqueza, obtener ganancias. Según Aristóteles, es la acumulación de dinero por dinero y, siguiendo a Platón, condena el gusto por el beneficio y la acumulación de riqueza. De hecho, hay confusión aquí entre los medios y el fin, el dinero es un medio para intercambiar valores de uso con el fin de satisfacer la vida - en el sentido de las necesidades vitales. La crematística, en cambio, consiste sólo en acumular riquezas como un fin en sí mismo, como si pudiera en sí mismo sacar a relucir todo el potencial del ser humano. El sistema capitalista y su actual evolución hacia una economía de mercado internacionalizada bajo el pretexto de enriquecer "las Naciones" es sin duda parte de este concepto.

En efecto, en el lenguaje de Aristóteles, economía significa ciencia, o el arte, de administrar y proveer el bienestar de οἷκος, es decir, la familia/hogar (el hogar), la primera asociación natural a la que el hombre está socialmente dispuesto. Y así, ampliando a todas las estructuras, distritos, municipios o ciudades (dèmes o demos, δῆμος / dêmos, en el doble sentido de "circunscripción administrativa básica/población"), regiones, países que forman la base de la pertenencia social y de la sociedad. Para él, las Economías están ligadas a temas como la domesticación o la gestión (economía doméstica), la Política o las políticas (económico-política) e implican reglas éticas (filosofía moral).

Espontáneamente, el público en general y nuestros economistas profesionales imaginan la estructura económica de cualquier sociedad como en la nuestra, un conjunto de instituciones distintas de otras relaciones sociales, políticas, familiares, culturales, religiosas y de otro tipo.... Están sujetos y alienados a nuestro modo de pensar occidental; hacen un completo occidentocentrismo.

En la cultura occidental, la economía es de hecho sólo el estudio de las matemáticas probabilísticas relacionadas con los aspectos financieros, productivistas, bancarios y bursátiles de la estructura político-económica -crematística- del capitalismo, transformada en una economía de mercado.

En este contexto, el Mercado está vinculado a la tétrada, la producción (sobreproducción), el consumo (consumismo), el comercio (el Mercado Internacional) y el beneficio (enriquecimiento de una oligarquía plutocrática y ahora sobre-enriquecimiento de una élite transnacional).

Sin embargo, la comprensión de la economía no debería ser difícil. Después de todo, la gestión política y económica se ocupa de por qué y cómo debe llevarse a cabo una actividad social (o "trabajo no asalariado"), qué se produce, cómo se distribuye o se presta servicio y, en definitiva, cómo se utiliza, con el fin de satisfacer las necesidades básicas de nuestras sociedades, respetando al mismo tiempo nuestro medio ambiente y la diversidad de nuestros nichos ecológicos.

Las economías humanas sólo pueden ser abordadas por sus aspectos sociológicos, etnológicos, ecológicos, ecológicos e incluso arqueológicos, es decir, antropológicos y ambientalistas. Por lo tanto, tienen aspectos diferentes, tanto en el espacio geográfico como en el tiempo histórico. Y aunque nuestro enfoque mediático-cultural busca imponernos una representación distorsionada de nuestro mundo -la Tierra- a través de los conceptos globalistas occidentales de "Globalización", "Globalización del mercado" e incluso "Imperio(6)", la composición humana de nuestro planeta, en relación con la diversidad biológica que lo rodea, sigue siendo múltiple: un mosaico cultural, económico-político y ecológico. Sin embargo, nos gustaría especificar aquí la evolución del capitalismo occidental hacia una economía de mercado internacionalizada cuya esfera económica está gestionada por una élite transnacional. Una reflexión realista sólo puede hacerse frente a esta observación.

Segunda cuestión / Qué es la economía en una sociedad libre anarco-libertaria?

Kropotkin escribió en "La ciencia moderna y la anarquía": "Ninguna lucha puede tener éxito si permanece inconsciente, si no realiza un relato concreto y real de su propósito. Ninguna destrucción de lo que existe es posible, a menos que, ya durante el período de destrucción y de luchas que conducen a la destrucción, imaginemos mentalmente lo que tomará el lugar de lo que queremos destruir. No podemos hacer una crítica teórica de lo que existe, sin dibujar ya en nuestras mentes una imagen más o menos clara de lo que querríamos ver en lugar de lo que existe".

Sin embargo, no se trata aquí de responder proponiendo una especie de pensum que sólo sería la suma de nuestras propias y únicas propuestas. Para ello, les ofrecemos construir esta respuesta a través de intercambios y debates públicos, que dirigiremos sobre la base de ideas clave de la Economía en su sentido más amplio.

Siguiendo las notas que se tomarán durante estos enfrentamientos con el público, queremos elaborar un folleto que presente "propuestas para una economía anarco-libertaria".

De hecho, esta Introducción debe leerse como, por utilizar una expresión anglosajona, un "trabajo en curso", es decir, una reflexión no finalizada.

Notas:

1) Jacques Ellul señala en "De la revolución a la rebelión" que, desde sus orígenes, los actores revolucionarios se han centrado constantemente en la cuestión de la mejora institucional, que no ha hecho más que reforzar el aparato del Estado y que, en su opinión, conduce a un resultado totalmente opuesto al buscado: los individuos dejan de ser revolucionarios porque delegan en el aparato estatal la tarea de efectuar cambios en la sociedad (el reformismo es la confiscación por el estado del impulso revolucionario). Por lo tanto, la revolución es imposible (paradójicamente) -porque el estado burgués ha "recuperado" todo el potencial revolucionario en su beneficio y la mayoría de los individuos se conforman- y "necesaria" -en la medida en que el totalitarismo estatal está creciendo[a]. "Creer que cualquier cosa cambiará a través de los canales institucionales es una ilusión", concluye.

a] A diferencia de los ultraliberales y libertarios, creemos que creer que los Estados pierden su autoridad ante el Mercado es un error en la medida en que el Mercado sólo puede prosperar con la ayuda de la fuerza coercitiva de las autoridades del Estado sujetas a su economía transnacional. En efecto, los Estados-nación siguen existiendo y comparten su poder con las empresas transnacionales, en el marco de un sistema en el que el Estado tiene un papel reducido para garantizar un marco estable para el funcionamiento económico establecido por la élite del mercado internacionalizado (véase Takis Fotopoulos).

2) En el sentido de Proudhon, el anarquismo es una teoría apta para la acción, es decir, ni una ideología, ni un dogma, ni un modelo, ni una abstracción, ni un precepto, sino una fuerza movilizadora y creativa necesariamente adaptable y evolutiva.

3) La teoría inductiva se define como la operación por la cual la mente parte de hechos particulares para elevarse a una ley general. Su principio está representado de la siguiente manera: observación luego constatación luego principio declarado. Debe respetar las tres fases básicas:

a) la fase de contextualización, es decir, el observador parte de una situación concreta para traer el tema estudiado que deberá ser encontrado por la proyección textual del universo interpretativo del observador.

b) la fase de conceptualización, cuyo objetivo es permitir al observador deducir generalidades de las situaciones.

c) la fase de recontextualización, durante la cual el observador debe transformar los conceptos encontrados y definidos en otra situación.

Durante estas tres fases, el observador es un actor. Por lo tanto, puede decirse que el método inductivo es un método activo mediante el cual el observador participa plenamente en el proceso que conduce a la formulación de los Principios de interpretación de la observación.

Las ciencias económicas y sociales siguieron originalmente un método inductivo. Esto no debe confundirse con los "falsos métodos inductivos" que conducen a enfoques desorganizados, a discusiones de "café du commerce" o a fórmulas "pseudoinductivas".

4) La acción/teoría es la práctica que se convierte en método. Se define como"conocimiento que se basa en la acción (la operación por la cual se produce una consecuencia (un efecto) bajo la influencia del individuo que actúa en su propio nombre), que ya no es especulación (ni una observación ni una reflexión intelectual sobre objetos abstractos) sino realista; entonces da una representación material, cercana o idéntica a "sus" aplicaciones.

5) Una teoría en acción significa una idea o conocimiento especulativo y plausible puesto en práctica en el campo de la realidad.

6) Con referencia al libro de Michael Hardt y Antonio Negri, "Empire", Exile, (fr) 2000.

Anarco-libertario, es un neologismo introducido a principios de los años 90 por la policía y los medios de comunicación para estigmatizar a los círculos o movimientos fuera del anarquismo organizado, como algunos anarquistas, libertarios y autónomos, con el fin de hacerlos parecer grupos informales violentos, "terroristas": porque, el anarquista es "un fabricante de bombas". A primera vista, podemos decir que "anarco-libertario" es un buen ejemplo de redundancia. Sin embargo, la expresión se utiliza aquí, en otro sentido, para resaltar el anarquismo y el anarquismo ante el libertario, buscando vincular los dos términos que, a pesar de algunas afirmaciones, no tienen el mismo valor semántico y no son equivalentes. El anarquismo es un "ideofort(2)" que va más allá de la democracia, mientras que el movimiento libertario (libertarianismo) es sólo una defensa del derecho a la libertad individual, asimilado en los Estados Unidos a los "libertarios de izquierdas" y a veces incluso en Francia, a un simple "hedonista nietzscheano". Como Claude Fréjaville señaló muy bien en Le Monde Libertaire n° 1663 de marzo de 2012: "Desde entonces, hemos admitido la sinonimia de los términos libertario y anarquista, pero hay que señalar que se utilizan con los matices proporcionados por sus respectivas definiciones. El libertario está apegado a la libertad y a los derechos individuales, mientras que el anarquista es ante todo antiautoritario y socialista. El anarquismo no puede reducirse a una simple intención o voluntad libertaria. El anarquismo tiene una historia, teorías y no hace de la libertad un dogma que pueda frustrar la idea misma de la justicia social. Nuestro movimiento debe ser considerado con lo que contiene de enseñanzas y reflexiones y no fue inútil recordar aquí que si hay efectivamente un libertario en todo anarquista, no siempre es posible afirmar lo contrario".