Recientemente hemos sido partícipes de una revolución mundial de mujeres por la despenalización y legalización del aborto. En esta pequeña recopilación, expondremos 3 maravillosas luchas dadas en: Chile, Irlanda y Argentina.

Chile nos sorprende en el año 2015 tras una intensa batalla por lograr que fuese debatido el proyecto de ley incluido por la presidenta Michelle Bachelet, y tras sufrir gran cantidad de retrasos y retardos procesales, por fin, en septiembre del año pasado se aprobó el aborto terapéutico por tres causales (riesgo de la madre, violación e inaviabilidad del feto).

Otra grata noticia al respecto fue Irlanda; donde después de un referéndum sobre la despenalización del aborto con una respuesta masiva del 64% a favor en contra de un 30% se aprobó la despenalización y legalización del aborto, quitando la 8va enmienda de su constitución que lo penaba. Dicha decisión permitirá a las mujeres en Irlanda abortar hasta la semana 14 o inclusive la 24 si la situación lo amerita.

Todas hemos sido expectantes de la lucha por la despenalización y legalización del aborto que se dio en Argentina y que tras un intenso debate en la cámara baja del congreso de la nación argentina, ayer (14-06-18) se aprobaba la Ley para despenalizar el aborto y que ahora debe pasar al Senado para ser sometida a votación.

En todos estos casos es innegable la felicidad que como feministas nos suscita esta noticia y es importante hacer énfasis en que en los tres ejemplos mencionados, fueron las mujeres las activadoras de tales procesos y no es de creer que se dieron así de la nada. Si no hubiera sido por la marea de mujeres y feministas que durante años vienen luchando por la legalización y despenalización del aborto, como derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y que se han golpado a la calle a exigir sus demandas, hoy estas realidades no fueran palpables.

En Chile las mujeres vienen luchando por la despenalización del aborto desde hace muchos años y principalmente desde finales de los 80 principios de los 90 con el fin de la dictadura, desde al año 2013 los movimientos feministas salen a la calle en exigencia del aborto todos los 25 de julio y tras el polémico caso de la niña de 11 años que tras años de ser abusada por su padrastro no la dejaron abortar. Es así, como los movimientos de mujeres y feministas en Chile se han organizado por la exigencia de un derecho al que deberíamos tener acceso todas las mujeres. Tras el logro histórico de haber aprobado el aborto por causales las activistas feministas no se detienen y ya han comenzado la lucha por lograr la despenalización y legalización del aborto de forma libre, segura y gratuita como debe ser.

De la misma manera; en Irlanda las luchas de las mujeres por llevar a cabo el logro histórico por la despenalización del aborto no se hizo esperar, desde el eslogan “Together for Yes” (‘Juntos/as por el sí’) las organizaciones feministas comandaron la lucha por lograr el sí en el referéndum, a pesar de que en referéndum anteriores (1983) se les negó esta posibilidad con abrumadora negatividad en una sociedad profundamente conservadora y católica. Sin embargo, nada las detuvo, por el contrario impulso a las diferentes activistas feministas, sobre todo del movimiento ROSA y Socialist Party (el primero es una organización dedicada a ofrecer pastillas a mujeres que necesitan abortar y que ha llevado la lucha por la despenalización del aborto desde siempre, y las segundas una organización de mujeres muy politizada y consciente de las demandas necesarias que deben darse a las mujeres en contra del machismo, la misoginia y la violencia a la que son sometidas). Estas organizaciones junto con el apoyo de muchas y muchos de la sociedad irlandesa fueron partícipes en acciones que ayudaron a lograr el sí al aborto, tan anhelado en este país nórdico.

Por último, es importante señalar el caso de las argentinas, donde miles de mujeres, feministas, jóvenes, ancianas, entre otras, llenaron las calles exigiendo a los parlamentarios para que el proyecto de ley del aborto fuera aprobado. Estas mujeres nos sorprendieron, helaron e hicieron llorar en un mar de felicidad. Aguerridas con consignas y pancartas llenaron las calles de Buenos Aires pidiendo su legítimo derecho a abortar. Argentina se pintó de verde decían algunos, al ver los miles de pañuelos alzados por estas mujeres en lucha. Fue sublime, motivador y leccionario lo que lograron las mujeres en Argentina hace par de días y que inclusive trastocó tanto el status quo de los detractores del aborto que hubo incluso entre ellos mismos cambios de paradigma a último minuto. Vale acotar que la propia senadora Cristina Kirchner, cuya posición era abiertamente anti-aborto, dijo que votarían a favor en la segunda vuelta de este proyecto de Ley. Esperamos que la alegría nos invada nuevamente cuando este proyecto se convierta en Ley.

Ahora bien, ante la felicidad que nos invade debido a este respecto, a la vez nos queda un mal sabor de boca, pues, Venezuela nuestro país, es uno de los países de América Latina con el marco más restrictivo respecto al aborto, y es solo permitido en caso de riesgo de muerte de la madre. Con una pena de 6 meses a dos años de aquélla que lo practicase. Lo cual hace que muchas mujeres jóvenes y adultas se practiquen abortos de manera clandestina e insegura, se estima según estadísticas no oficiales que estos sean de un 13% de la mortalidad materna que ya asciende a 68,66% , y cuando hablamos de estadísticas nos referimos a aquellas que logran llegar a los hospitales.

Este hecho es de gran preocupación sobre todo por la gran cantidad de embarazos adolescentes, la falta de anticonceptivos y los niveles exacerbados del costo de vida, actuales en Venezuela. Este hecho es sumamente importante, cuando el proyecto político se hace llamar feminista y una de las principales banderas de Ministerio de la Mujer en la actualidad es el tan afamado y risible “Parto Humanizado”. Si bien es cierto, hay compañeras y colectivos feministas que han mantenido una lucha respecto a brindar y dar información en torno al aborto, el llamado es que las distintas iniciativas, grupos, levantemos la voz y la exigencia frente a la terrible situación que vive el país.

Esto nos lleva a preguntarnos ¿qué debemos hacer? Pues, la respuesta nos las han dado compañeras de otros países, es momento de volcarnos a las calles a exigir nuestro derecho. Como mujeres, nos une la lucha en común por el respeto y la exigencia de decidir sobre nuestras cuerpas. Reconstruyamos nuestra corriente histórico social.

¡ABORTAR ES UN DERECHO, NO UN DELITO!

#AbortoLegal