Antes que sea demasiado tarde

Antes que sea tarde

Construyamos un Frente Único Democrático, Revolucionario, Popular por un gobierno de los trabajadores y el pueblo

El principio de un gobierno revolucionario y socialista es la democracia popular y el bienestar social de la población en general. Lo cual no existe hoy en Venezuela, cuya democracia burguesa, disfrazada de revolucionaria, ha sido desde hace mucho tiempo secuestradas por una burocracia corrupta y una nueva casta que se ha enriquecido bajo las sombras del estado apropiándose de la riqueza que genera la clase trabajadora.

El gobierno de Nicolás Maduro elegido por el voto popular, ha venido perdiendo legitimidad. No solo tuvo un triunfo por una margen de apenas 1% de diferencia, sino que está salpicado de escandaloso casos de corrupción del cual no ha sabido responder.

Venezuela es hoy víctima de una crisis globalizada del capitalismo que se profundiza a escala nacional por la pugna sectaria de dos bandos políticos, Gobierno y oposición de derecha; que ante el vacío de una alternativa revolucionaria popular y democrática, genuina de los intereses del pueblo y los trabajadores, pretende imponer un nuevo pacto de elites autoritario y totalitario sometiendo al pueblo a la hambruna, la represión y la miseria.

El gobierno dirigido por una casta burocrática y corrupta, tiene como único objetivo mantenerse en el poder. Para ello recurren a mecanismos anti democráticos que no solo van en ataque hacia sus opositores de derechas, sino que perjudica al pueblo y los trabajadores en sus derechos democráticos fundamentales.

Hoy en Venezuela, una huelga, unas elecciones sindicales independientes del gobierno y oposición, una protesta social y popular, corren el riesgo de ser criminalizada, judicializadas y sus principales dirigentes encarcelados; incluso pudieran ser enjuiciados en tribunales militares bajo sumario.

Por otro lado, la derecha política en oposición al gobierno, no tiene otro objetivo que desbancarlo, derrocarlo y tomar control, político del estado y la renta del petróleo, que sigue siendo la principal fuente de ingresos del país.

Ante su incapacidad y fracasados intentos, recurre a organismo internacionales imperialista y a gobiernos de derechas para promover una intervención extranjera sin precedentes en la historia de nuestro país.

El último acontecimiento de la crisis venezolana, que se profundizó desde la muerte de Chávez principal líder del chavismo. Movimiento que se ha convertido en una corriente política ecléctica donde convergen posiciones de izquierdas, centro y derechas y se divide en dos bandos de poder entre civiles y militares; ha sido la disolución de facto del parlamento nacional a través de un decreto de un TSJ ilegítimo cuyas principales jueces son dirigentes del partido de gobierno PSUV.

La disolución de facto del parlamento, con la revocación de la inmunidad parlamentaria y la anulación de toda acción legislativa la cual pasa a ser sustituida por el TSJ ( y ahora una fraudulenta ANC) . Es decir, este se convierte en un doble poder a favor del ejecutivo; Judicial y legislativo. Viene a configurar una dictadura de nuevo tipo por un gobierno que había sido elegido por el voto popular, pero que, al perder legitimidad, para sostenerse recurre a mecanismo autoritario y totalitario.

La suspensión del revocatorio presidencial por supuesto fraude de la oposición de derecha que lo promovía, intervención directa del estado en elecciones sindicales que no le son afines, la suspensión de las elecciones de alcaldes y gobernadores, y la casi ilegalización de partidos políticos, vienen a configurar una dictadura de facto del cual la clase trabajadora internacional y los pueblos del mundo no pueden estar ciegos, sordos y mudos.

Venezuela transita hoy por un peligroso camino de confrontación políticas sectaria, mediocre e ineficaz que pudiera desembocar en un escalda aún más profunda de la crisis, cuyas víctimas serán el pueblo pobre, los trabajadores y las clases medias empobrecidas.

Es urgente, la conformación de un frente único popular democrático revolucionario, contra el gobierno y la oposición; y levante una alternativa democrática genuina de los intereses del pueblo y los trabajadores. Para ello, es imperativo la unidad de los revolucionarios honesto en el contexto nacional pero también, de la solidaridad internacional de los pueblos y sus organizaciones revolucionarias.

Frenemos el Paso a la dictadura y al nuevo pacto de élites
Por la defensa de los derechos democráticos del pueblo y los trabajadores
Solidaridad con los trabajadores y el pueblo en lucha por sus derechos sociales fundamentales
Por un gobierno democrático popular de los trabajadores y el pueblo
Contra la corrupción, el burocratismo, el totalitarismo, el capitalismo