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Se sospechaba, pero no se decía en los conciliábulos de la clandestinidad, que Hugo Chávez en su afán de poder, quería mantener su hegemonía y en efecto, antes del 4 de febrero, se desligo del sector civil y religioso, los contactos quedaron en el aire y de ese golpe militarista quedo en el subconsciente que todo era posible, ya que el “por ahora” abrió las puertas para marcar nuevamente la esperanza de cambio y redención que tanto ha anhelado el pueblo venezolano - ya indultados por Rafael Caldera – el oportunismo se hizo presente y Chávez rodeado de una parte de la godarria caraqueña se trazaron estrategias para llegar al gobierno por vía electoral, es para ese entonces que surge la figura de Luis Miquilena, el grupo de venevision, el grupo Roraima, Alfredo Peña (+), Miguel Enrique Otero, la gente del BBV y paremos de contar, que a través de su financiamiento y la publicidad lograron coronar su aspiración con el partido MVR, más tarde el propio Chávez se da cuenta que ya en el gobierno puede formar su propio grupo económico y es cuando surge la boliburguesia quien se apropia de una inmensa cantidad de dólares provenientes de la renta petrolera y más cuando llego a cotizarse el barril de petróleo a precios que el propio gobierno ni en sueños lo había imaginado.
Ahora esa boliburguesia maneja el país como si fuera una empresa, a eso se le ha llamado el ESTADO CORPORATIVO, donde las comisiones a testaferros del llamado gobierno bolivariano, representan sumas millonarias, que han colocado al país en banca rota y donde los grandes beneficiarios son las empresas norteamericanas, chinas, rusas, canadienses y paremos de nombrar, lo que hace suponer que están vendiendo el país, además de violentar la soberanía y todo a nombre de una revolución, en el escenario de una economía neoliberal dentro del mundo globalizado, prueba de ello es lo que están haciendo con el Arco Minero y donde queda comprometido y en manos de los grandes conglomerados del capital, más del 12% de nuestro territorio nacional.
La apertura de estas tierras a la minería sucede mientras la nación continúa su declive económico debido a la caída de los precios del petróleo. El gobierno de Maduro —que está luchando por su vida política en medio de la escasez de alimentos y medicinas, y un gran malestar social— espera que la minería sustituya al petróleo como una fuente de ingresos para el Estado.
Se piensa que el sudeste de Venezuela es extremadamente rico en coltán (vital para dispositivos electrónicos), oro, cobre y diamantes. Pero también es rico en bosques, ríos y vida silvestre.
El desarrollo del Arco Minero del Orinoco pondría en peligro el Parque Nacional Canaima, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, que abarca 30 000 kilómetros cuadrados (12 000 millas cuadradas). También pondría en peligro otras áreas protegidas y territorios indígenas.