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Crédito: Cynthia S. Goldsmith, Russell Regnery via Public Health Image Library (PHIL)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a declarar una emergencia sanitaria internacional debido al resurgimiento de casos de Mpox (popularmente conocida como viruela del mono) en la República del Congo y en otros países de África. Este nuevo brote, caracterizado por un grupo viral distinto al anterior, ha generado preocupación en la comunidad científica por el incremento de casos y su expansión fuera del continente africano.
Hasta el momento Suecia ha registrado uno de los primeros casos de Mpox y este viernes se conoció que Pakistan también reportó otro caso. Se teme que se reporten más casos en otros países, de allí la declaración de emergencia sanitaria internacional.
Mpox es solo un ejemplo más del creciente número de enfermedades zoonóticas que están surgiendo en todo el mundo. El Ébola, el SARS, el MERS, el COVID-19 y ahora la llamada viruela del mono son solo algunas de las enfermedades infecciosas que han hecho la transición de los animales a los humanos en las últimas décadas.
Expertos señalan que la frecuencia de enfermedades zoonóticas es una expresión de la creciente presión humana sobre los ecosistemas naturales. La deforestación, la expansión de la frontera agrícola, el comercio de vida silvestre y el cambio climático están destruyendo los hábitats de diversas especies y aumentando el contacto entre animales y humanos.
Esta invasión de hábitats naturales no solo pone en riesgo la biodiversidad, sino que también facilita la transmisión de patógenos de animales a humanos. Los virus y otros agentes infecciosos que antes estaban circunscritos a poblaciones animales silvestres ahora encuentran nuevas oportunidades para infectar a los seres humanos.
La crisis climática, como se había mencionado, también favorece a la aparición y aumento de enfermedades. El aumento de la temperatura y la alteración de patrones climáticos posibilita la propagación de enfermedades trasmitidas por vectores, tal es el caso del dengue.
Sin duda, el surgimiento de estos nuevos brotes de enfermedades zoonóticas nos recuerda que la salud humana está estrechamente vinculada a la salud de los ecosistemas y dichas enfermedades suelen impactar de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables. En este sentido, la discusión no debe limitarse a la aparición de nuevos virus, sino considerar todos aquellos factores de origen antropogénicos que están causando el incremento de casos de zoonosis en el planeta. Se requiere una perspectiva crítica que permita ahondar las causas y las distintas escalas de acciones para enfrentar incluso escenarios de futuras pandemias.