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Marca Colectiva Federación Indígena del estado Bolívar
Desde hace tiempo atrás, los pueblos indígenas del mundo en general, y los de Venezuela en particular, han venido desarrollando las más diversas estrategias de protección de sus territorios ancestrales y tradicionales. Con la expansión de la frontera extractivista, sus hábitats están siendo amenazados por la minería ilegal, la explotación hidrocarburífera y la deforestación, con impactos ecológicos y socioculturales sobre las formas de vida de estos pueblos.
Los derechos territoriales indígenas en Venezuela son aquellos reconocidos por la República en los dispositivos jurídicos nacionales e internacionales, y se fundamentan en la demarcación la cual se entiende como el proceso mediante el cual el Estado venezolano se obliga, con la participación de los pueblos y comunidades indígenas, a la delimitación de sus territorios.
El pueblo indígena Pemon de Venezuela terminó su proceso de autodemarcación en el año 2008. El expediente de sus tierras autodeslindadas fue entregado a la Comisión Nacional de Demarcación de la época ese mismo año. A la par de ello, propusieron una estrategia de protección territorial mediante el reconocimiento y registro de las marcas colectivas.
La demarcación puede complementarse con la autodemarcación, que es el deslinde llevado a cabo por los propios pueblos y comunidades indígenas, validado por el Estado. Ha sido un proceso que se ha venido desarrollando en el país, en virtud de la mora en la demarcación de los hábitats y tierras de estos pueblos y comunidades indígenas, y de la urgencia y necesidad de tener la propiedad colectiva ante el acecho y la violencia a la que están siendo sometidos sus territorios ancestrales y tradicionales. Al día de hoy, solo el sector VII Ikabarú del pueblo indígena Pemon tiene título de propiedad colectiva.
Es un signo distintivo (logotipo), cuya función es distinguir los productos o servicios elaborados o prestados por indígenas, asociaciones o centros de producción del pueblo indígena Pemon, de sus productos o servicios que proceden o son prestados por personas o empresas indígenas o no indígenas.
Diez años después de haber sido entregado el expediente de autodemarcación, el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual (SAPI), reconocería en el año 2008 la marca colectiva del pueblo indígena Pemon.
Representa una figura mixta, que consta de dos barras verticales que simbolizan el Auyantüpü Churun Meru (lugar sagrado), una barra de color verde que representa la naturaleza, y la otra, en color azul que representa las caídas de agua, elementos que conforman el hábitat indígena del pueblo indígena Pemon. Sobre las barras se incrustan trazos en color blanco que simulan la figura humana en representación del hombre indígena y su génesis, una relación cuerpo-espíritu y el complemento del ser desde la tierra con el agua
El objetivo de una marca colectiva en general y de la marca colectiva del pueblo indígena Pemon en particular, es crear un instrumento de identidad que muestra el vínculo material y espiritual de los productos y servicios producidos o prestados por los indígenas Pemon con sus hábitats y tierras, y el contexto cultural en el que han vivido desde tiempos ancestrales. Se trata de una herramienta de uso colectivo, para diferenciar los productos y servicios de los pueblos y comunidades indígenas asentados en sus territorios. Por otra parte, la marca colectiva busca reforzar el concepto de hábitat y tierra al promover el desarrollo y crecimiento socioeconómico local, manteniendo las tradiciones, usos y costumbres del pueblo indígena Pemon, informando a los consumidores sobre los productos autóctonos y los servicios prestados.
La Federación de Indígenas del estado Bolívar (FIEB) vendría a ser el titular del registro de la “Marca Colectiva FIEB”, constituyendo ella un derecho colectivo de los pueblos y comunidades indígenas del pueblo Pemon.
Estas iniciativas son estrategias llevadas a cabo por otros pueblos indígenas del mundo y del continente, como mecanismos de defensa territorial, que se complementan con otras como las indicaciones geográficas de protección (IPG) de productos no maderables del bosque o con espacios de vida indígenas, necesarios hoy en día para la contención o mitigación del cambio climático.