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Desde 2019, el Observatorio de Ecología Política de Venezuela ha asumido con mucha más fuerza el asunto de las transiciones energéticas, tomando en cuenta el notable agravamiento de la crisis que vive el país en este ámbito. Desde el OEP queremos promover una mirada crítica y alternativa sobre el asunto de la energía, tanto en los debates teóricos y de políticas públicas, como en las escalas comunitarias.
Cumplido ya un año de los grandes apagones de marzo de 2019, las secuelas de esta crisis eléctrica han sido enormes, precarizando la vida de millones de venezolanos, que pasan 6, 8, 10, 12 o más horas sin servicio de electricidad diariamente. Las causas estructurales de esta crisis no han sido atendidas, planteándonos un escenario en el que esta situación podría agravarse.
Motivados por todo esto, el OEP decidió a impulsar un proceso pedagógico comunitario para abrir caminos a la autogestión y autogeneración de energía solar fotovoltaica. Para ello hemos promovido la articulación con comunidades y organizaciones de diverso índole (campesinas, comunas, cooperativas, culturales, entre otras), ubicadas en los estados Barinas, Lara y Caracas.
Por otro lado, para este proceso hemos recibido el apoyo de los compañeros de Colombia, la Red de Iniciativas Comunitarias (RICO), quienes desde 2018 vienen desarrollando un trabajo comunitario en La Sierra, departamento del Cesar (zona dominada por la minería a gran escala de carbón), el cual está también orientado a la energía solar fotovoltaica.
El proceso pedagógico: enfoques, objetivos y comunidades
Junto a RICO, nos planteamos un proceso pedagógico que pudiese ofrecer herramientas a las comunidades para comenzar a abordar los asuntos de la energía solar fotovoltáica. Nuestro enfoque hace énfasis en la organización social y la autogestión comunitaria, tomando en cuenta que las experiencias de este tipo han podido ser exitosas en la medida en la que la organización social que maneja las energías alternativas y renovables es fuerte y aborda críticamente estas temáticas.
El proceso pedagógico se desarrolla en tres fases: una primera que permite generar unos diagnósticos socio-territoriales iniciales de las comunidades, en el cual además se producen reflexiones colectivas y críticas en torno a la energía y su relación con el modelo de desarrollo, el ambiente, las desigualdades y la cultura. Además, se establecen inventarios de potencialidades, recursos y oportunidades, así como se hace un primer trazo de la ruta posterior a seguir.
La segunda fase tiene un enfoque más técnico, orientado a aspectos relacionados con consumos de energía en las comunidades, capacidad de generación, condiciones territoriales, tipos de panel requeridos, capacidad de generación, etc. A su vez, se abordan los temas vinculados a los marcos legales y normativos; así como un adiestramiento básico para la elaboración de proyectos, búsqueda de fondos y de insumos y equipos, en los diferentes organismos, instituciones y mercados disponibles para ello.
La tercera fase se orienta básicamente a la instalación de los páneles y la capacitación primaria para su operación y mantenimiento.
Objetivos del proceso pedagógico comunitario para la energía solar
Corto plazo: Desarrollar, en conjunto con las cooperativas y organizaciones, una pedagogía sobre las dimensiones técnica, jurídica, económica, política y ambiental de la energía solar fotovoltaica.
Mediano plazo: Aprovechar las capacidades adquiridas para generar multiplicadores de conocimiento y apoyar la instalación de paneles solares con las comunidades participantes.
Largo plazo: Fortalecer la independencia energética de las cooperativas, consolidar las economías locales, generar oportunidades de educación entre la población y mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Las organizaciones y comunidades participantes fueron Afinco (Barinas), cooperativas de la Red Cecosesola (Lara), Comuna Padre Juan Bautista Briceño, Carora (Lara), Conuco Escuela Agroecológica Humocaro Alto (Lara); y en Caracas, Tiuna El Fuerte, el Ateneo Popular de Los Chaguaramos, así como comunidades de El Valle, El Junquito y de otras organizaciones como la Feria Conuquera.
Experiencias de la primera fase del proceso pedagógico
La experiencia pedagógica fue muy rica y estimulante. El proceso nos llevó a varias localidades, donde no sólo constatamos la evidencia de la crisis energética venezolana (comunidades que viven con cortes diarios de 6 u 8 horas al día) sino cómo afecta toda la vida en su conjunto. En especial, su relación con el acceso al agua (no sólo para consumo humano, sino también riego y para los animales).
Pudimos intercambiar, reflexionar colectivamente sobre la energía y sus diferentes dimensiones; sobre las experiencias productivas y su relación con la crisis energética en el país; así como construir diagnósticos colectivos que nos llevaron a trazar los primeros pasos de este proceso.
La experiencia generó varios insumos de trabajo y grandes aprendizajes, tanto para las comunidades y organizaciones participantes, como para RICO y el OEP.
Para las próximas semanas se debe iniciar la segunda fase del proceso. Estas fechas están en evaluación ante la contingencia del aumento de casos de Coronavirus en el país.